Río Gallegos y Laguna Azul

¿Cómo escribir acerca de nuestro (antes era mi y desde mañana volverá a serlo) paso por Río Gallegos?
Llegamos con mi cumpa Camila un día miércoles por la noche y como no teníamos ningún contacto, estacionamos en una estación de servicio. A falta de casita, lo mas parecido es un lugar con baño y con la seguridad de poder dormir tranquilos.

El jueves tempranito, desperté a mi cumpa y nos pusimos manos a la obra para activar el tema de los proyectos sociales. Ya no estaba solo en esa tarea tan tediosa de luchar contra la burocracia. Municipalidad, oficina de niñez, consejo de educación (no pude hacer nada porque durante los tres días que dejé el proyecto en esa oficina estuvieron ocupados y no tuvieron tiempo de leer el proyecto). De ahí fuimos a visitar la Subsecretaría de la Mujer. Nos atendió María de los Ángeles, una trabajadora social que trabaja (valga la redundancia) con mucha responsabilidad lo que hace. Ahí coordinaríamos para poder dar una capacitación el lunes a la tarde para todo el equipo de trabajo que se encarga de violencia de género. Una actividad de las dos que intento desarrollar en el viaje, no estaba nada mal aunque debo reconocer que tenía cara de tristeza. Deseo agradecer enormemente a la compañía de Camila y su apoyo para darme ánimos. Ese mismo día también hubo tiempo para dos entrevistas en la televisión. Muchas gracias a Juan Manuel Pereira, que trabaja en el canal 9 y nos ayudó en todo lo que estuvo a su alcance. ¡¡¡Un fenómeno!!!

A la noche ya tuvimos la posibilidad de bañarnos y dormir calentitos en una cama porque tuvimos la buena fortuna de conocer a Ana, una trabajadora social que pone toda su energía en mejorar la situación de un montón de gente que necesita. Estuvimos hablando en la plaza y en seguida sentí su compromiso social. Una persona que vale conocer y escuchar porque tiene mucho para decir.

El día siguiente a la mañana tempranito nos esperaban nuevamente en canal 9 pero esta vez no estaría solo en la entrevista, sino que también  estaría presente Camila (mas conocida como Frida Turmalina). Fue una linda experiencia la de contar con una compañera de viaje y contar entre los dos sobre lo que estábamos haciendo. ¡¡¡Una genia en todo sentido la chamaquita!!!

Como siempre digo, necesito vender para llegar al próximo destino y Río Gallegos no fue la excepción. El único escollo fue que por alguna razón se complicó demasiado la venta de tazas y el contacto con la gente. De todas formas, tuvimos la oportunidad de conocer gente muy buena onda como Ana, Vanesa, Nico, Manu y un par de personas con quienes pudimos tener lindas charlas pero nunca supimos sus nombres.

Ana también nos contactó con Marta Liliana Pereyra, una mujer que trabaja con todo su amor por el bien de mucha gente en su casa brindando contención, afecto y montón de actividades con el fin de mejorar la situación de la gente. Cuando se está frente a una persona así, uno se debe sacar el sombrero porque hay pocas personas con su gran espíritu solidario. Dejo el link de su facebook para todos aquellos que deseen dar una mano y ayudar en lo que esté a su alcance Facebook de Marta Pereyra ¡Un gran aplauso para Marta y su incansable labor!

Como "nota de color" y casi solo para poner la foto, les cuento que se rompió el filtro de la cámara así que tuve que dejar de tomar tantas fotos hasta que lo compre nuevamente (LPMQLP). Estaba bastante "encrispado" por no decir caliente. De todas formas, nuevamente gracias a la ayuda moral de Turmalina pude dejarlo pasar y tomarlo como algo mas...

También quiero agradecer muchísimo a Hernan y Diana, que sin conocernos nos abrieron las puertas de su casa como si fuera nuestra y nos trataron espectacularmente bien. Hernan es un gran cocinero y nos agasajó con ricas tortas fritas y tartitas (creo que si hacía 20 kilos, me comía todas). Ellos también hicieron que fuera mas simple y cómoda nuestra estadía en Gallegos gracias a su camaradería y buena predisposición.

Finalmente luego del fin de semana y la capacitación del lunes, llegaría la hora de partir hacia nuevos horizontes. Bastante cercano fue el próximo destino ya que a 50 kilómetros se encuentra Laguna Azul. Un lugar magnifico para conocer y disfrutar. Tanto nos gustó que nos quedamos dos días peleandole mano a mano al frío pero sonrientes porque nos agasajó con una sopa de estrellas fugaces. Si andan por esos lares se los recomiendo. Es una bonita experiencia acampar dentro del volcán y que los vaya a visitar un animalito en medio de la noche (no sé que era pero se puso a jugar con los vientos de la carpa).

 Ahí pensé muchas cosas y reflexioné sobre unas cuantas mas. ¡Qué lindo que es estar haciendo lo que se ama y encima que el Universo nos brinde lugares tan bellos para deleitar nuestra alma!