Mi estadía en Puerto Santa cruz fue comúnmente extraña. Ya tenía el contacto de Daniel Farina, amigo de Darío Abelando, el muchacho que me hospedó en Piedra Buena. Cuando llegué al Pueblo (me impactó por lo bélico), alguien se me acercó haciendo señas en plena calle. ¡Era Daniel! Charlamos un poquito y coordinamos encontrarnos en la costanera cuando saliera del trabajo. Aproveché para acercarme a la escuela pública del pueblo y reunirme con la directora para llevar a cabo el taller de los Derechos de l@s Niñ@s. Dialogamos y si bien parecía muy interesada en el mismo, no volví a tener noticias de ella. Por algo son las cosas. Lo acepto aunque me hubiese gustado desarrollar allí el taller.
A la tarde me encontré con Dani que me pasó a buscar en su kombi y fuimos a su casa. Jamás había manejado detrás de otra kombi similar a la mía así que estaba como payaso con dos narices. Llegamos a su casa y me presentó al resto de la familia. Jorgelina, Delfina y Luna. Una familia hermosa, de una vibra increíble. Creo que no era consciente de lo mucho que extraño a mis sobrinos hasta que llegué a esa casa, las niñas tienen la misma edad que mis sobris y nos pasamos un montón de tiempo jugando.
En mi estadía allí también conocí a Nieves y Silvia, dos mujeres que son parte del Rincón de Arte Caleidoscopio. Sitio que desde el mismo martes sería nuestro centro de reunión compartiendo ricas charlas, risas y muchos abrazos. A partir del miércoles ya no dormía en la kombi sino que "El Calei" también sería mi dormitorio calefaccionado. Tuvimos muy lindas reuniones pensando de que manera se podría aportar nuevas actividades, mover un poco y meterle mas vida. Fue muy interesante para mi conocer gente que tiene ideas muy similares y con quienes comparto muchos objetivos. Enseguida nos pusimos a hablar de objetivos, actividades y sueños. Tampoco faltó la oportunidad de conversar sobre realidades sociales, un poco de historia y aún mas sueños.
Llego semana santa y empezaron las reuniones nocturnas entre los que ya eran parte mía, mis nuevos amigos. Hubo muchos juegos, buena comida, risas y momentos sanamente compartidos. Cada cuál sacó su lado mas "actoral" y metimos magia jugando al dígalo con mímica. Por supuesto que las niñas también jugaron y logramos una vibra alucinante!
Ya avizorábamos la posibilidad de armar una feria para vender un poco. Ropa del Caleidoscopio, de Jorgelina y mis cosas. Cumpliendo la promesa de hacerles una torta Afgana, me levanté temprano a cocinar para que cuando llegaran al "Calei", tuvieran mates calentitos con algo rico para comer. Vendimos el sábado y a la tarde llegaron los chicos de "Viajando estamos de Ushuaia a Alaska", unos chicos que salieron de Bahía Blanca para recorrer este hermoso Continente. Compartimos un buen rato y luego siguieron viaje porque querían llegar a Río Gallegos ese mismo día. Un placer haberlos conocido personalmente!!!
También apareció Rodrigo Mauregui quien me regaló su libro "En la cuerda floja". Me encantó la dedicatoria pero mas me gustó leer ese bello libro.
El lunes fue mas de despedida y planeando la visita al Parque Nacional "Monte León". Fue difícil despedirse de esos nuevos amigos y sobre todo por haber compartido momentos tan bonitos e intensos. A la mañana del martes llegaría la despedida definitiva. Unos últimos mates, regalos de recuerdo y los abrazos de un probable "hasta luego".
Finalmente llegaría el momento de dejar nuestra casa "Caleidoscopiana" y junto a Cami encaramos la ruta para empezar un nuevo trecho de viaje de compañeros.
Amigos, les agradezco de todo corazón los momentos vividos, las historias compartidas, el haber permitido meterme en su vida y sobre todo por tanto tanto tanto cariño. Los quiero mucho y quien dice, tal vez nuestros caminos se vuelvan a cruzar.
Salud, mucha energía y los mejores deseos de PURA VIDA!!!!